Planta de recuperación de dióxido de carbono de fermentación
El dióxido de carbono de la fermentación.
Durante el proceso de fermentación alcohólica se producen enormes cantidades de dióxido de carbono. Para hacerse una idea de las cantidades implicadas, basta pensar que por cada litro de vino producido, se producen 50 litros de dióxido de carbono. Todo este gas producido se dispersa en la atmósfera con evidentes daños ecológicos. También hay que tener en cuenta que el daño no es sólo ecológico. Se sabe que el dióxido de carbono es un gas caro que se utiliza ampliamente en diversos procesos de producción. Por tanto, es evidente que su dispersión en la atmósfera también supone un despilfarro de recursos económicos.
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El uso del dióxido de carbono en enología.
Las técnicas enológicas modernas avanzan hacia un uso cada vez mayor del dióxido de carbono. El prensado en atmósfera inerte, la inertización de los recipientes de vino, el embotellado y las modernas prácticas de maceración de los vinos tintos son ejemplos del uso generalizado y derrochador de dióxido de carbono en la bodega.
Ahora es posible recuperar el dióxido de carbono de la fermentación.
El sistema de recuperación de CO2 permite recuperar y reutilizar el gas directamente en la bodega.
Fácil de manejar.
- La instalación es totalmente automática.
- La instalación puede ser realizada directamente por el cliente.
- Se pueden realizar instalaciones de cualquier tamaño.
- La planta se adapta a cualquier sistema de vinificación. Ventajas operativas y económicas.
- Gas disponible para realizar todas las prácticas de vinificación en atmósfera inerte.
- Reutilización del gas producido sin aumentar la cantidad vertida a la atmósfera.
- Disponibilidad de gas a coste cero.
- Posibilidad de vender el gas producido.
Unidad central de aspiración y compresión conforme a las normas CE/PED, cuadro eléctrico controlado por PLC, depósito de almacenamiento a presión de CO2 conforme a las normas CE/PED.